Todavía recuerdo sus cálidos abrazos,
Quedó en mi mente grabada su sonrisa,
Continúo sintiendo el olor de su cabello,
Aún siento sus labios en mi mejilla,
Permanece en mi su escencia divina,
Todavía puedo verla,
Ahora que le hace frente a la vida,
En poco tiempo se volvió una leona,
Aunque todavía las circunstancias la regresen,
A ser esa oveja que yo conocía,
Mucho la han lastimado,
Así y todo ella sigue confiando,
La pasión es su motor,
Su corazón el timón,
Ahora es ella quien comanda su barco, el destino,
Sabe bien que ahora no es el final,
Que quizás sólo es el comienzo,
Siempre adelante y sin miedo,
Mirando al futuro con esos ojos color de cielo,
Así es como yo te recuerdo y te veo.
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