El Pasillo

4 de enero de 2010

Take a look around

Miro a mi alrededor, por las noches, cuando nadie está en casa. Siento el viento en mi cara, los ruidos de la noche: grillos, sapos, el viento, algún auto que pasa. Pienso siempre pienso cuando estoy solo, con un cigarrillo prendido y siempre el viento como compañero. 
Pensando siempre en ella, en la vez que nos conocimos, en todo lo que siento por ella. En el AMOR que siento por ella. En cuanto la extraño si la veo y pasó un día ya de eso; y ni hablar si pasa más tiempo. Su pelo, sus ojos, su boca, todo me llama de ella. Su personalidad, cualidades que nunca ví en una mujer (sí, para mi es una mujer, a pesar de sus escasos años). Siempre para adelante, siempre positiva, ella persiste siempre con una sonrisa. Esa sonrisa es la causa de TODO lo que tiene que ver con mi ánimo, con mi ser. 

Soy feliz si ella lo es, siempre a pesar de todo estoy a su lado cuando sea, a la hora que sea, y como sea. 

No more sorrow.-


Bueno, este es mi primer comentario o no, mejor dicho, mi primera cosa seria que sale en este blog. Algo de lo que de verdad, a pesar del tiempo y alegrías pasadas, no me pude olvidar; y creo que jamás me voy a olvidar es de ELLA. ELLA que empezó siendo una de mis primeras alegrías del pasado 2009 y terminó siendo quizás el trago más amargo que tuve en 19 años. Todo empezó como básicamente, o casi, empieza un adolescente un levante: Internet, una herramienta útil pero arma de doble filo a la vez. Bueno, en fin, la cosa es que empezamos a hablar por messenger y toda la cosa esa, me da su celular, su confianza... Y hasta ese momento creía yo que su AMOR.

Llegamos a hablar por teléfono horas y horas, llegué a hablar con el padre inclusive (buen tipo, me cayó bastante bien) quien tuvo la amabilidad de indicarme donde quedaba la casa para pasar a buscar e ir al cine. Bueno, ahora, yo vivo en Berazategui; y me tenía que ir Caballito... Digamos que tenía un buen viajecito, así y todo lo hice con toda la onda y los nervios encima por supuesto. Bueno, de camino hacia allá cincuenta y ocho mil mensajes de texto diciendo lo nerviosos que estábamos, y lo mucho que queríamos vernos.

Al fin, después de hora y cuarenta de viaje, llegué. Obviamente como buen caballero (y podría agregar también que BOLUDO) esperé. Estaba sacando copias en Acoyte, bueno, esperamos; no hay drama (esperamos: mis nervios y yo, jaja). Y al fin llegó, veinte minutos tarde, pero que le vamos a hacer, mujeres son mujeres. Bueno, salimos a caminar, por Caballito. Obviamente yo era una especie de Cristobal Colón pero sin los barcos y los marineros; pero la parte de perdido, era segura.

Llegamos a un placita, denominada "segura" según ella (hasta el día de hoy me pregunto que definición de seguridad tiene esta chica), nos sentamos, hablamos boludeces, nos besamos. Hasta ahí, lo mas normal de la vida, happy happy, revolea caramelos al viento. Hasta ahí. En un momento frenamos el buen momento (maldigo y agradezco a la vez haberle dado pelota) y me dice la buena y matadora frase denominada: "Tenemos que hablar". Nota aparte: cuando una mujer tira la frase célebre, corré por tu vida flaquito. Bueno, obviamente el BOLUDO SUPREMO, es decir, yo le preguntó que le pasaba, que me contara, etc etc. (realmente me preocupé, al pedo, pero bueno; no sabía en ese momento). Para que dije eso yo. Resulta que el amor de mi vida técnicamente trató de olvidarse de su ex novio conmigo. Así de CRUEL, así de TRANQUILA, y yo; tratando de que pasara esa cosa que tenía atragantada en la mitad del cuello llamada comúnmente IRA. Me contó con lujo de detalles como había sido su relación con mi predecesor, como terminó, como perdió un hijo (sigo con dudas de la veracidad de este dicho), de como se iban a vivir juntos en Diciembre y demás cosas que no me da para seguir diciendo porque voy a romper todo. Yo a esa altura no sabía que decirle... La acompañé de nuevo a su casa y me fui. 


DESTROZADO obviamente, pero bueno; "soldado que vive, sirve en otra batalla". El caso es que ya la batalla había terminado y yo ni enterado. En el viaje llamé a mi confidente, psicólogo personal gratis y padre para explicarle los pormenores de mi periplo y decirle que volvía a casa (como siempre me había olvidado de decirselo, jajaja).

Llegué a casa, y descubrí que si pensaba que lo anterior era malo, esto se iba literalmente al carajo. Tuve la agradable sorpresa de enterarme que ME BORRÓ DE SU VIDA, COMO SI FUERA NADA. Así de concreto y violento. No estaba más en el msn, en el facebook y en fotolog (porque hasta fotolog tenía). Nota aparte: sep, era una pendeja. Y bue, resultado: SIN GANAS DE NADA, al menos por una semana. La pregunta después de todo este coso loco que me salió es: ¿Porqué carajo NO LA OLVIDO?.

Hasta el día de hoy busco y espero algún tipo de respuesta.
Soy Bart Simpson (tenía que terminar en chiste o me suicidaba con el teclado en mano, jajaja)